El agua es esencial para la vida. Dependemos de ella para beber, cocinar, limpiar y mucho más. Sin embargo, no todas las fuentes de agua son igualmente puras. Los contaminantes, tanto naturales como artificiales, pueden filtrarse en nuestros suministros si no se tratan.
Ahí es donde entran en juego los filtros de agua. Al eliminar partículas y microbios dañinos, desempeñan un papel crucial en el suministro de agua limpia y segura a los hogares de todo Estados Unidos. Sin embargo, hemos visto a algunas personas cuestionar si los filtros de agua caducan o no.
En esta publicación de blog, cubriremos la respuesta a esta pregunta en detalle, así que quédese con nosotros hasta el final.
Además, lea nuestra publicación de blog sobre cómo comprar el filtro de agua adecuado.
¿Los filtros de agua no utilizados caducan?
Los filtros de agua no caducan como los alimentos o los medicamentos. Pero con el tiempo, sobre todo en lugares cálidos o húmedos, pueden perder su eficacia.
Pueden crecer bacterias o moho en el interior, debilitando el filtro. No dejará de funcionar repentinamente, pero no filtrará tan bien. Los expertos recomiendan reemplazar los filtros cada 6 a 12 meses para obtener mejores resultados, incluso si nunca se abren, por seguridad. Unos filtros más limpios garantizan agua más limpia para su familia.
Señales comunes de que su filtro se ha vuelto menos efectivo
Dado que los filtros de agua cumplen su importante función de purificar el agua, es natural que su rendimiento disminuya gradualmente con el uso. Prestar atención a algunas señales clave puede ayudar a determinar cuándo es el momento de cambiarlos.
1. Disminución de la presión del agua
¿Has notado que el flujo de tu grifo ya no es tan fuerte como antes? Una disminución gradual de la presión del agua que pasa por el filtro es una de las señales más claras de que está llegando al final de su vida útil.
Todos los contaminantes que ha atrapado con el tiempo dificultan el paso del agua. Un filtro cumple su función a la perfección, manteniendo la presión alta para que disfrutes de un flujo de agua óptimo para cocinar, limpiar y satisfacer todas tus necesidades.
2. Mal sabor u olor
Otra señal de que un filtro está perdiendo eficacia son los cambios en el sabor o el olor del agua. A medida que un filtro envejece, es posible que ya no elimine el cloro tan bien, permitiendo que se perciba más ese sabor distintivo. También podrían filtrarse bacterias u otras impurezas si el material del filtro se ha degradado.
La mayoría de las personas pueden detectar pequeños cambios en el sabor o el olor con el tiempo. Por lo tanto, si usa el filtro con frecuencia para disimular un sabor u olor desagradable, probablemente sea hora de cambiarlo. Asegúrese de volver a disfrutar de agua fresca y de excelente sabor con un filtro de repuesto.
3. Agua turbia o revelada
Observar un cambio en la apariencia del agua es otra señal de que un filtro podría estar llegando al final de su vida útil. Con el uso, los poros por los que pasa el agua pueden dilatarse. En lugar de atrapar partículas diminutas, dejan pasar la suciedad y los sedimentos.
Es posible que note que el agua, antes transparente, adquiere un ligero color té o está turbia. Esto significa que el filtro ya no actúa como una barrera eficaz contra los contaminantes. Es hora de cambiar el filtro para que el agua vuelva a estar completamente limpia y cristalina.
4. Riesgos potenciales del uso de filtros de agua caducados
Un filtro caducado puede ser peligroso e ineficaz. Usarlo durante demasiado tiempo podría permitir la entrada de gérmenes dañinos , lo que representa un riesgo para la salud.
5. Crecimiento bacteriano
Todos los filtros funcionan hasta cierto punto para eliminar bacterias, pero los que han caducado pierden esta capacidad. Con el paso de los meses, pequeños agujeros o puntos débiles permiten que microbios como la E. coli se filtren libremente al agua destinada a beber o preparar alimentos. Hervir el filtro tampoco elimina las bacterias.
Un filtro caducado es prácticamente como no tener ningún filtro y podría provocar una contaminación que enferme a alguien. Es mejor reemplazar los filtros antes de que lleguen a este punto.
6. Disminución de la eficiencia de filtrado
Los filtros de agua deben capturar y eliminar diversos tipos de contaminantes, desde pequeñas partículas de plomo hasta sedimentos más grandes. Sin embargo, los filtros no son indefinidos. Tras meses o años de uso, el material del que están hechos se degrada lentamente. Se forman pequeñas grietas y agujeros que permiten el paso de más impurezas.
Cuanto más tiempo se usa un filtro, menos capaz es de atrapar partículas dañinas. Un filtro viejo simplemente no puede realizar la misma función de limpieza que uno nuevo. Con un filtro caducado, más contaminantes se filtran al agua sin ser filtrados.
La única manera de garantizar que su filtro elimine bien las impurezas es reemplazarlo antes de que se desgaste demasiado. Reemplazarlo regularmente mantiene el agua tan pura como cuando era nuevo.
7. Riesgos para la salud
Los filtros de agua eliminan contaminantes dañinos y mantienen el agua potable. Sin embargo, con el tiempo, pierden eficacia para purificar el agua a fondo. Los filtros caducados pueden dejar pasar pequeñas partículas y microbios que pueden causar enfermedades.
Ciertos gérmenes, como la E. coli y la Salmonella, suelen entrar al agua a través de las aguas residuales o los desechos animales. Estas bacterias pueden vivir dentro de un filtro obsoleto hasta que vuelven a aparecer en el agua posteriormente. Beber agua con insectos tiene muchas probabilidades de provocar dolores de estómago o diarrea.
La razón es que los gérmenes pueden infectar y causar molestias estomacales o intestinales. Cambiar los filtros según las recomendaciones ayuda a garantizar que el agua siga purificándose y reduce los riesgos para la salud. Mantener los filtros actualizados ayuda a mantener un suministro de agua limpia.
8. Formación de biopelículas
Los filtros de agua funcionan atrapando pequeñas partículas, como gérmenes, que flotan en el suministro de agua. Después de un tiempo prolongado, estas partículas atrapadas pueden adherirse al filtro y formar una capa viscosa llamada biopelícula.
La biopelícula actúa como un hogar donde las bacterias y otros gérmenes viven y se multiplican. Cuando los filtros caducan, la biopelícula puede desprenderse y mezclarse con el agua. Beber agua con gérmenes de la biopelícula o usarla para alimentarse podría enfermar a una persona. Es mejor cambiar los filtros antes de su fecha de caducidad para evitar este riesgo.
Palabras finales:
Saber cuándo reemplazar el filtro de agua es fundamental para proteger la salud de su familia y garantizar que el agua que consume a diario sea lo más limpia y pura posible. Al prestar atención a las señales de caducidad y reemplazar los filtros con regularidad, los propietarios pueden tener la seguridad de que el suministro de agua de su hogar se filtra eficazmente.